Lucas

Lucas tiene 14 años y una vida que merece ser contada. Fue encontrado con apenas un mes de edad, bajo un coche en Zahara de la Sierra, diminuto y cubierto de pulgas. Era el Día de Sanlúcar, y su nombre, Lucas, nació de ese día. Desde entonces, este pequeño guerrero inició un camino lleno de cariño y aprendizaje junto a sus dos mamás, quienes le dieron la oportunidad de una vida digna. Lucas tiene una personalidad tan auténtica como entrañable. A ojos de algunos humanos, puede parecer un poco cascarrabias, pero quienes conocen su lenguaje entienden que utiliza el gruñido como su forma de comunicarse. Le gusta marcar sus límites, dejando claro a otros perros cuándo no tiene ganas de interactuar, pero siempre sin maldad. En su manada, sin embargo, es puro corazón. Su conexión con Luna, su compañera inseparable, es el ejemplo perfecto de lealtad: lo que uno hace, el otro lo sigue. Con las personas, Lucas muestra su faceta más traviesa y cercana. Adora buscar caricias y atención, y es famoso por su astucia a la hora de robar comida. Esa chispa pícaramente adorable lo convierte en un perro que no solo vive intensamente, sino que también contagia a quienes lo rodean con su energía única. La experiencia de conocer a Lucas nos deja un mensaje claro: cada perro es un individuo irrepetible, con una historia y personalidad que merecen ser celebradas. Lucas nos inspira a entender y respetar a los animales tal y como son, con sus formas de expresarse, sus manías y su manera especial de amar. Aunque no forme parte de nuestra familia, ser testigos de su esencia mientras posaba como modelo es una experiencia que recordaremos siempre. Verlo en acción, siendo fiel a sí mismo, nos inspira a crear espacios y oportunidades en los que todos los animales puedan ser valorados como seres únicos. Lucas no solo posa para las cámaras; cuenta historias, enseña lecciones y nos recuerda que el vínculo entre humanos y perros es uno de los mayores regalos de la vida.
Menta

Menta es más que una galga; es una superviviente, un símbolo de esperanza y una inspiración para todas nosotras. Su historia, como tantas otras de su raza, es un reflejo de las dificultades que muchos animales enfrentan, pero también de la increíble resiliencia que poseen. Menta fue abandonada por un galguero cuando apenas tenía un año. Para él, ya no era útil, y su destino parecía estar escrito con tristeza y abandono. Pero el refugio al que llegó le dio una nueva oportunidad y, con ello, una familia dispuesta a llenarla de amor incondicional. Cuando sus nuevas humanas la conocieron, Menta se mostró tímida y asustadiza, especialmente con los hombres. Su miedo no era injustificado; venía marcado por las huellas de un pasado de maltrato. Sin embargo, ambas supieron que detrás de esos ojos llenos de desconfianza había un corazón deseoso de amor y respeto. Con paciencia y dedicación, lograron que Menta volviera a confiar y que se sintiera segura en un hogar donde finalmente podía ser ella misma. Hoy, Menta vive una vida llena de amor. Es la reina del sofá, una experta en el arte de las largas siestas. Pero cuando llega la hora de correr, Menta se transforma en pura energía y felicidad, especialmente en la playa, donde cada zancada parece gritar su libertad. Ama devorar sus comidas favoritas y siempre sorprende con su astucia e inteligencia. Su vida refleja lo hermoso que es dar a alguien la posibilidad de empezar de nuevo, y sus humanas la adoran profundamente. Menta también nos inspira en Reglitamari, nuestra marca de arneses para perros reales. Al conocer su historia, supimos que representaba perfectamente los valores que queremos transmitir: amor, respeto y empatía hacia los animales. Creemos que cada perro merece ser celebrado por lo que es, con su personalidad y su historia únicas. Como modelo, Menta ha posado para nuestras imágenes con una elegancia que solo puede provenir de la valentía y la dulzura que lleva dentro. Es mucho más que una modelo; es un recordatorio viviente de que, con amor y respeto, se pueden transformar vidas. Gracias a ella y a historias como la suya, reafirmamos nuestro compromiso de diseñar productos que sean bonitos, funcionales y, sobre todo, pensados para perros reales como Menta. Su historia es un homenaje a todos los perros que alguna vez sufrieron, pero que encontraron su lugar en el mundo junto a quienes supieron ver su valor. Menta nos recuerda cada día que detrás de cada arnés hay un amigo de cuatro patas con una personalidad irrepetible y un corazón dispuesto a amar y ser amado.