Tenía especial interés en ti Bebe. Te sigo en redes desde hace mucho. Tu mami ha compartido capítulos de tu vida y, aunque dura y dolorosa, estoy enamorada de esta fase. Y es que, lejos de lo que se dice, dolor y amor pueden fusionarse y convivir.
Te cuesta caminar, tienes tus dolores, tus achaques mentales de señora mayor y, en los últimos meses tienes heridas complejas pero, eres de los pocas mascotas que conozco, con quien alguien entiende, que el compromiso es hasta el último suspiro de cualquiera de las partes.
Melo te cuida, te mima, te cura, respeta tus tiempos y entiende que eres una ancianita en su fase de ancianita. Sin más. Estoy segura de que es lo que harías tú por ella. Los perros estáis hechos de otra pasta, y vuestro vínculo es incondicional.
Necesitas más atención y, la tienes. En tus ojitos veo serenidad, confianza y felicidad. Esto me genera esperanza, no en la humanidad, pero sí en quienes tenemos animales en casa y les amamos. Y es que, tenemos que aceptar la vejez como una fase más, prepararnos para ella y acompañarles en el recorrido sin estar contando cuánto faltará o escuchando comentarios del tipo, yo, la dormiría. Rompamos ya con eso por favor.
Bebé, siéntete afortunada por la familia que tienes. Melo, gracias por inspirarme tanto.